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lunes, 27 de agosto de 2012

Hildebrandt: Humala es un futbolista que desde el minuto dos está deseando que termine el partido



 
 
 
 
 
 
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Periodista comentó, igualmente, que Nadine Heredia fue decisiva en la “castración del Gobierno” y que Humala Tasso terminó aplicando el plan de Keiko Fujimori.

Nadine fue decisiva en castración del Gobierno 

Ideeleradio.- El presidente de la República, Ollanta Humala, es como un jugador de fútbol que desde el minuto dos de iniciado el partido está deseando que termine el cotejo, opinó el periodista César Hildebrandt, director del semanario Hildebrandt en sus Trece, tras considerar que el martirio del jefe de Estado debe ser el convivir con su memoria, pues hizo una serie de promesas electorales y hoy está obligado a no hacer cambios.
“Humala es un jugador de futbol que desde el minuto dos de empezado el partido está deseando que termine, yo lo veo así. Minuto dos y el tipo está mirando al árbitro a ver cuánto falta, y faltan 88 minutos, pero esos [minutos] van a ser martirizantes para un hombre que se comprometió a tanto y que, además, ahora está obligado a no hacer nada, porque el compromiso de Humala es, precisamente, dejar todo quieto”, manifestó en el programa No Hay Derecho de Ideeleradio.
Hildebrandt Pérez-Treviño comentó, igualmente, que Nadine Heredia fue decisiva en la “castración del Gobierno” y que el mandatario peruano terminó aplicando el plan de Keiko Fujimori, excandidata de Fuerza 2011, a través de la actual primera dama. Opinó que el “Gobierno de la Gran Transformación” terminó convirtiéndose en el “gobierno de la gran ilusión”.
“Entonces, es una farsa completa y una gravísima incomodidad para los peruanos enterarnos de que terminamos eligiendo a Ollanta Humala, que está haciendo el programa de Keiko, pero a través de la persona que no fue elegida, que es Nadine. Es una condena de equivocaciones, aquí no sabemos quién es quién; la gran trasformación es esa al final de cuentas: el gran ilusionismo”, cuestionó.
“Nadine ha sido decisiva en esta evisceración del Gobierno, en esta castración. Nadine es un homenaje a Freud, en absoluto, es una castradora, ha dejado al Gobierno eunuco por completo. Y es un gabinete de eunucos, al final de cuentas, dicho con el mayor respeto y el sentido más metafórico de la palabra”, acotó.
Humala va con paso decidido a ninguna parte 

En otro momento, sostuvo que el Gabinete que preside Juan Jiménez Mayor es un reflejo perfecto del presidente Ollanta Humala, en el sentido de que no tienen un horizonte y que optan por la improvisación. Remarcó que el jefe de Estado camina con paso decidido para ir a ninguna parte.
“Yo no culpo al Gabinete porque el Gabinete al final es un reflejo perfecto y casi proporcional a Humala, Humala elige este Gabinete porque es el Gabinete que él necesita. Al final de cuentas, ¿quién con un una gran personalidad pueda estar en un gobierno que no tiene norte que no tiene metas?, excepto aquellas altruistas, aquellas más o menos dignas de la Cruza Roja u organizaciones filantrópicas […]”, refirió.
“¿Quién con una suerte de equipaje político ideológico puede estar en un Gabinete de un gobierno que no tiene ningún tipo de horizonte? Humala elige esa gente, no solo eso. Humala no le da partitura a esa breve orquesta de gente casi inexistente porque si le da partitura puede crear una suerte de disciplina peligrosa, de lo que se trata es justamente de no tener partitura, de no tener pieza que tocar, de improvisar todos los días y de ir con paso decidido a ninguna parte”, acotó.
Roy Gates y Villafuerte son napoleones de bolsillo 

El periodista restó importancia también al rol que pudieran desempeñar los consejeros presidenciales Eduardo Roy Gates, Adrián Villafuerte en la forma en que Humala Tasso está administrando el Estado y consideró que ambos asesores son, más bien, napoleones de plástico o de bolsillo.
“¿En qué es importante Villafuerte? ¿En qué es importante Roy Gates? Al final sus tramas son ínfimas, o sea no llegan a pasado mañana, son napoleones de bolsillo, de plástico. No hay una estrategia que me diga que están trabajando todo un plan para crear una suerte de oficialidad que al final sea un contrapeso y proponga una suerte de centrismo más o menos nacionalista; mentira, están en nada”, enfatizó.
El martirio de Humala es convivir con su memoria 

Consideró, igualmente, que el martirio del mandatario debe ser convivir con su memoria, pues este preferiría olvidar las promesas electorales. Sostuvo, en ese sentido, que el gobernante peruano es consciente de que es un “fraude” y que todos los días debe hacer cosas relativamente terapéuticas que lo eximan de este cotejo doloroso.
“Creo que Humala en el último tramo no hizo sino acatar mandatos del marketing electoral y toda su mensajería fue simplemente estratégica, buscando efectivamente el margen que le pudiera proporcionar la ventaja necesaria para distinguirse del discurso groseramente conservador de la señora Keiko [Fujimori]. No le resulto difícil en ese sentido, pero yo creo que Humala es consciente, plenamente, de que es un fraude en todo sentido de la palabra y nos quedan cuatro años de [ver] cómo hace este hombre para torearse a sí mismo porque resulta que es un hombre que tiene que enfrentarse a su propio espectro.”, puntualizó.
“El martirio de Humala es convivir con su memoria. No habría nada más grato para Humala que una breve crisis de Alzheimer, que lo eximiera de recordar qué fue, qué dijo, cuánto se comprometió, qué propuso para el país en términos sustanciales. El asunto es que recuerda; entonces, todos los días tiene que hacer cosas relativamente terapéuticas que lo eximan de este cotejo doloroso con lo que fue. Por ejemplo, se va al Cusco y anuncia para congraciarse con los cusqueños –que están hartos de él– que va a hacer el aeropuerto de Chincheros. Él sabe que el aeropuerto de Chincheros no se puede hacer porque tiene un problema geográfico de altura, de régimen de viento, es un aeropuerto condenado por los especialistas, pero lo hace, lo va hacer y lo promete”, añadió.
Humala no sabe qué diablos hacer 

Hildebrandt Pérez-Treviño mencionó, en otro momento, que el problema del presidente Ollanta Humala no es su capacidad de dar órdenes, sino que no sabe “qué diablos hacer”. Subrayó que no emite directivas porque no tiene horizonte.
“Para poder dar órdenes hay que saber a dónde se va, para tener energía en relación a este tipo de carácter y autoridad tienes que saber qué vas a hacer. El problema de Ollanta no es que no tenga capacidad de dar órdenes, sino que no sabe qué diablos va hacer y es el presidente. Entonces, de dónde le va a salir el carácter, suponte que tenga una crisis de mal humor, ¿qué le diría a la ministra de Inclusión Social? ¿Qué ordenes tiene? ¿Qué ordenes tiene para el sector Educación? No tiene órdenes porque no tiene horizonte, el problema es eso, el problema no es que no tenga modales de cachaco en el buen sentido”, comentó.
“He sido cachaco amateur y en el colegio militar, Armando Artola, quien era mi coronel, sabía qué quería, qué disciplina imponer porque sabía exactamente cuáles eran sus parámetros y metas. Y el problema es que si no tienes metas, qué te va a servir un carajo, sino sabes dónde ir”, recalcó.
Humala no es Luis XVI porque no da la talla 

El director de Hildebrandt en sus Trece aseveró que vivimos en una monarquía y que si el presidente Ollanta Humala no se puede comparar con Luis XVI, es porque no da la talla. Calificó, al mismo tiempo, de un “cuento” que se diga que el pueblo es el que gobierna.
“La exclusión o al monopolio perverso del poder, se une esta especie de soberbia inaceptable de la derecha, que lo controla todo, que lo dispone de todo, que decide a través del [ministro Luis] Castilla cuánto debe recibir la educación. Al final es eso, es el poder absoluto, no nos engañemos, no vivimos en democracia. Si no tenemos a Luis XVI, es porque Humala no da la talla, pero podríamos generar un Luis XVI. Esto es una monarquía al final, en donde madame Pompadour [amante de Luis XVI] es [el grupo] Epensa. Esto es real, porque a mí no me van a venir con el cuento de que aquí el pueblo gobierna”, declaró.
Consideró, del mismo modo, al ministro de Economía Luis Castilla como el hombre del Banco Mundial, del Fondo Monetario Internacional y de una nueva organización que es –según opinó– la primera dama Nadine Heredia. En este aspecto, explicó el por qué no se remueve al titular del MEF.
“[¿Ollanta Humala no podría decir a Castilla quiero caminar en esa dirección?] O castizamente ni siquiera [puede decir] oiga señor, sino, ¡oiga carajo qué le parece si aumenta el presupuesto en Educación!, o exige un poco más de tributos a la gran riqueza nacional que se llena de exoneraciones y extensiones y le pasan esos millones. Castilla es el hombre del Banco Mundial, del Fondo Monetario y de una nueva organización que es importantísima que se llama Nadine, entonces está atornillado”, indicó.
Ya es tiempo de ser cautelosamente cruel con Humala 

Refirió, finalmente, que Humala Tasso ha dejado de ser el Presidente de la República y se ha convertido en un administrador o una suerte de gran gerente ejecutivo, que depende de las exigencias del poder económico. Señaló, en ese sentido, que ya es tiempo de ser cautelosamente cruel con el jefe de Estado.
“[¿Cómo defines a Humala en este año de gobierno?] Yo creo que ya es tiempo de ser cautelosamente cruel con Humala, respetando su envestidura y lo que representa, toda la parafernalia del caso. Humala es nada, es una suerte de continente en el que cae todo. Es un recipiente en el que puedes poner todo lo imaginable. […] Humala está convencido de que el sistema es inamovible, que sus mentores lo son, y que el poder económico no es que sea su socio, sino que es el poder y que él es el administrador, una suerte de gran gerente con ciertos poderes. No el presidente de todos, sino simplemente el gerente ejecutivo de un país que se llama Perú, Marca Perú”, expuso.
“En esa perspectiva, depende de las exigencias del directorio. [Por ejemplo] si mañana el directorio le solicita más sacrificios y mayores ganancias, mayores tasas de retorno, pues el señor ajustará, no tengo ninguna duda. Él ya está convencido que el Perú es una gran empresa con un horizonte determinado, un cauce absolutamente inamovible, y que él tiene que trabajar en esa perspectiva. O sea el Presidente de la República ha dejado de ser Presidente de la República y se ha convertido en el administrador”, concluyó.

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